De mi querida y admirable amiga y hermana del alma Bety:
Libro en formato digital en Audio de la Autora
Beatríz Maure:
“QUÉ ES DIOS”
BEATRIZ INÉS MAURE
©Derecho de Autor: Beatriz Inés Maure
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Bibliografía coincidente con el tema:
de la Autora Doña Josefa Rosalía
Luque Álvarez
Moisés El Vidente del Sinaí – (1) Capítulo:
“El Hierofante Isesi de Sais”
De la Autora Beatriz Inés Maure:
El Porqué de la Existencia Tomo I y II
“El Ego Superior en el Concierto
Universal de la Vida”
Cuadro
N° 1
Lo que existe en el Todo universal,
absoluto y relativo, está sostenido por un Principio único y perfecto.
Este Principio es Dios, el Autoexistente que se revela en un
Todo divino y se Autorecrea por reflexión. Lo que se expresa en Él es reflejo
de Su Ser: el Autoexistente.
¿Qué elementos unió el
Autoexistente para crearse a Sí mismo?
Si es así, el
Autoexistente, sería un efecto y esto no puede ser porque Él es Todo.
El Autoexistente es un
estado esencial, permanente y único.
Dios como concepto de
la perfección es el Autoexistente.
¿Es Él la Causa
creadora?
No, porque si así fuera, tendría efectos y no los tiene porque
Él es Todo. Es Él mismo reflejado en la
totalidad de lo que existe.
Cuadro
N° 2
¿Cómo definir la belleza y la perfección
del Autoexistente?
En Él existe el pasivo y el activo, lo
subjetivo y lo objetivo, lo estático y lo dinámico, lo absoluto y lo relativo,
lo físico y lo espiritual, el presente y el futuro, definiéndose Él mismo en
esta dualidad como el Uno.
Estos estados opuestos, aunque diferentes
se dan en forma simultánea. La nada y el Todo es Él mismo. Cuando la nada Es,
su vacío está con Su Todo.
Todos los
estados opuestos al darse en Él
en forma simultánea se neutralizan. Luego el Autoexistente es neutro. Es un
andrógino que contiene dos aspectos o principios primarios que se reflejan en
todo lo que en Él existe.
Cuadro
N° 3
El Autoexistente va más allá de toda
función, de todo estado. No comienza, ni tiene fin. Es el Todo unificado porque
Su Principio se refleja en todo Su cuerpo divino, donde cada partícula, átomo,
o ser que vive en Él expresa su naturaleza sublime.
El Autoexistente es la autodefinición del
Sí mismo. Esa perfecta esencia se mantiene estática y se recrea en la dinámica.
Cuadro N° 4
Si el Autoexistente nació
alguna vez, entonces tendría que morir. ¿Pero, puede desaparecer la esencia de
la existencia?
¿Quién le dio vida o la
produjo?
Otra vez los interrogantes
nos llevan a pensar en una causa que engendra y un efecto que la define. Pero
la esencia misma del Autoexistente, no es el efecto de algo, por lo tanto no
tiene una causa que lo origine.
La mente humana no concibe
que algo autoexista. Pero es así. Nada puede originar la esencia misma del Ser
divino.
¿Quién o qué podría crear la
majestuosidad del Ser esencial?
Solo otro ser esencial y así
tendríamos una sucesión infinita de preguntas, sin respuesta final.
Dios es Autoexistente y es el
Sí mismo, y porque resplandece en su inmortalidad es Todo y Único. Luego repetimos:
no es causa porque tendría efectos y no los tiene porque Él es Todo.
Cuadro
N° 5
¿Lo Autoexistente es la Vida,
o la Verdad o la Mente?
Ellos son solo estados
contenidos en el Todo de Su Ser, tanto se expresan en el Universo Absoluto como
en el Relativo constituyendo un Todo. Uno muestra la perfección y el otro la
capacidad de vivenciarla y plasmarla en el conciente.
Ambas manifestaciones son
simultáneas, lo que hace neutra a la Creación.
Luego, el Uno es la clave
sagrada de la existencia.
El Principio único y esencial
se imprime en todo lo que se revela en Él y al revelarse, existe y se
desarrolla a semejanza de la idea perfecta contenida en el Sí Mismo.
El hombre,
la idea que lo refleja a Él mismo nunca muere. Es la imagen desarrollándose en
conciencia hasta regresar a la esencia misma del Ser inmortal de la cual salió.
Cuadro N° 6
El Sí mismo, Principio único
se refleja en el Hombre ideal y también en el hombre de la experiencia que lo
representa.
El Sí
mismo es el nombre de Dios y es nuestro único nombre verdadero.
Es el
acorde universal del Todo.
Cuadro N° 7
DICE LA VOZ:
“Nada vive, nada sabe, nada es. ¡Sólo
Yo! Que estoy reflejado en cada
partícula que conforma el Todo de Mi Ser”.
“No Soy causa, no Soy efecto, solo Soy y
lo penetro Todo”
“No Soy una dimensión pero la doy, no Soy
el tiempo pero lo gobierno, no Soy el espacio
pero lo diseño”.
“¡Soy Todo! y Mis estados, Mis funciones
y Mis sistemas están gobernados por Mí Principio: El Sí Mismo”.
“Poseo la Mente, reflejo la Verdad, doy
la Vida, emito la Palabra y reflejo el Amor esencial, pero ellos son porque Yo
Soy lo único que administra el Todo que por Mí resplandece”.
“Tú ¿Qué buscas si Mi
Principio está reflejado en Ti?”
“Allí debes encontrar la razón de tu
existencia, allí tienes todas las respuestas que debes plasmar en tu conciente”.
“Da el acorde divino en tu
Ser y serás Uno conmigo y Uno con el Todo Universal, entonces se te permitirá visitar
los Arcanos de la Sabiduría Divina”.
Cuadro N° 8
“No eres un efecto del Autoexistente,
eres una realidad existente en Mí. No Soy la causa de tu existencia, por lo
tanto no eres un efecto. Eres Yo Mismo reflejándome en Ti”.
“Toda la perfecta ciencia de la existencia
Soy Yo y tu eres el reflejo de esa ciencia, todo lo sabes porque Mí Principio
está en ti y en todas las cosas”.
“Si sabes de Mi presencia en ti se resuelve toda ciencia física y
espiritual sabiendo una lo que sabe la otra en un himeneo colosal, que en Mi
Todo es Uno”.
La Ciencia, el Arte, la Palabra, el Amor
no son un efecto, Soy Yo mismo reflejándome en todas las dimensiones de tu Ser.
Tu siempre serás un reflejo de lo que Yo Soy. Si pierdes ese reflejar no serás
nada”.
“¿Piensas que puedes ser algo más o
distinto al reflejo perfecto del Sí mismo que eres tú “cuando vibras como Yo”?
(1)
Cuadro N° 9
“Todo lo que expresas, todo lo que
piensas, lo que aprendes, si no es semejante al prototipo divino, que muestra
Mi naturaleza y la tuya, entonces, no es
real, es solo un engaño, un espejismo, un ensueño, donde tú eres el soñador por
no refugiarte en Mi, el Autoexistente”. Sigue Mi camino que te llevará la luz a
tu conciencia”.
“La ilusión, lo que no es real no tiene
fundamento. Refúgiate en Mi principio y Él te guiará y disolverá las miasmas
magnéticas que te presionan. Cuando tú descanses en Mí, todo te será revelado”.
Cuadro N° 10
El Principio
de la verdadera vida donde existe un centro esencial divino, no refleja
mortalidad porque no la conoce, no sabe de irrealidad porque no miente y no
puede generarla porque en Su Todo perfecto, la ilusión no ha sido revelada y si el Autoexistente reconociera la ilusión
de la mortalidad, como reflejo de Él mismo, entonces todo sería un caos, sin orden y sin leyes,
entonces el Autoexistente sería un soñador.
No habiendo
una estructura real, dejaría de existir el intérprete de Su Ser: El Hombre.
Cuadro N° 11
Lo que no
está regulado o expresado a Semejanza
del Principio único es un ensueño, una creencia, una ilusión. No tiene
existencia verdadera, ni registro donde mostrarse.
Solo las
causas y los efectos provocados por voluntad carnal son desencadenantes de una irrealidad
imaginaria y magnética que la densifica.
Solo el
Principio y lo que Él refleja es la realidad que se imprime en el conciente.
Decimos
Principio no porque queramos decir “comienzo”. En este caso el significado de
Principio es lo “único”. Es el Autoexistente: el Sí mismo. El estado permanente
del Principio es ser lo único existente.
Cuadro N° 12
Si en este
Principio vivimos y permanecemos seremos Su Semejanza y lo otro, lo antagónico
al Único, ya sea en pensamiento, en palabra, o en acción será una ilusión, lo
que no está revelada en el Todo divino y nos hará daño porque estaremos
viviendo en un ensueño de efectos erróneos que rebotan entre sí creando una
falsa memoria. Entonces, la conciencia subjetiva no reacciona a los impulsos
benéficos que envía la Partícula divina encarnada, representante del Principio
Autoexistente en el hombre de la experiencia, hasta que las energías crísticas
nos vuelven a la realidad y nos despiertan.
Ellas siempre
están allí y se manifiestan por
intuición, por percepción, por inspiración o por circunstancias que corrigen
nuestro camino llevándonos hacia la Verdad. Esa Verdad manifestada nos hará
libres. El error nos ata a pensamientos relativos y los magnetiza.
Cuadro N° 13
Este
Principio es el que nos inspira y nos lleva por el sendero de la intuición.
Cuando el
hombre se deja guiar por Él está reflejando la autoexistencia de la realidad
divina en hechos y circunstancia del hacer diario que fluyen armoniosamente por
ser, este Principio, una presencia inalterable.
Él es tu
provisión porque es el Todo en Ti.
El Sí mismo
es la Vida, nada se encuentra fuera de Él. Si no es Él es engaño.
Cuadro N° 14
El Principio
reflejado en el ser no lucha contra los falsos efectos, simplemente emite
conciencia refleja del Sí mismo y esa luz disipa las brumas de una falsa
conciencia hasta que se produce la revelación que cura y protege la base del
pensamiento.
Cuadro N° 15
Luego, donde
creíamos que había un mundo que nos agobiaba, allí mismo estaba el Principio
regente de lo verdadero.
En paz nos
conectamos con nuestro Ser real, en Silencio interno, acallando todo ruido
mental porque sabemos que el Ser verdadero es Él mismo reflejado en Mí.
Mantener ese
estado en lo sagrado y en lo cotidiano es permanecer en las energías sublimes
de Su esencia. Entonces comprenderemos que
la culpa, el miedo, el desapego, la obcecación son falsos efectos de una
causa mentirosa.
Cuadro N° 16
¿Y qué
ocurre con la persistencia de un efecto erróneo encarnado en el Ser?
El Principio
divino que se manifiesta por la Partícula de luz encarnada en el hombre
terrenal no puede recibir lo que no es suyo, entonces estos falsos efectos
golpean al hombre en su cuerpo, en su psiquis y en su entorno.
Pero una
afirmación conciente de la Verdad, en un estado de Introspección profunda y
metódica proyecta la luz del Principio divino y el Ser en esta dimensión es
intocable.
Cuadro N° 17
El Principio
se ha manifestado y la luz de la Revelación sana.
¿Cómo
neutralizar los falsos efectos que mortifican al hombre de la experiencia?
Provengan
ellos de lo externo o del plano subjetivo del ser encarnado duelen
en el cuerpo y en el alma. Entonces buscamos y suponemos que hay una
causa desencadenante para ese efecto doliente. Pero todo ese compacto aparente
se deshace al saber con convicción que lo único que emite la realidad a nuestra
alma es el Principio divino que está en cada ser por reflexión del Ser esencial
y alineados en ese pensar y sentir la luz del entendimiento penetra y disipa
las tinieblas.
Cuadro N° 18
El
Autoexistente solo Ama y ese amor reflejado en nosotros, nos lleva de la mano
hacia Él.
Entonces,
nosotros por reflejo inalterado, amamos, porque Él nos amó primero.
El Amor en el universo global no sabe de causa
ni sabe de efectos. Solo sabe lo que es Él mismo: el Todo, donde todos estamos
incluidos en su resplandor y en Él somos amados y amamos.
Cuadro N° 19
El ser Único
solo pregunta al final de cada ciclo de experiencia:
-
¿Cuánto has amado?
-
¿Te has amado a Ti mismo y a
Tu prójimo?
-
Esa realidad es la única que
Él conoce y registra. El Principio no juzga, solo reconoce lo que es Suyo:
¡LA CIENCIA PERFECTA DEL
AMOR!
|
¿Si la
Verdad es Una, Quién la interpreta?
-
El Hombre.
¿Si la
Vida es divina, Quién la vive?
-
El Hombre.
¿Si el
Amor es Principio, Quién ama?
-
El Hombre.
¿Si Dios es el Todo, Quién lo refleja?
-
El Hombre,
que es Su Imagen en el Espíritu
y Su Semejanza en la experiencia.
Vivamos en la Verdad para ser el Hombre real.
Vivamos en el Principio para ser el Hombre sabio.
Vivamos en el Amor para que el Todo Divino sea en nosotros.
Vivamos en las Leyes de Dios para ser Su Semejanza.
La Autora
“Qué
es Dios”
Ha
sido impreso en la Localidad de Tigre.
Prov.
De Buenos Aires – Argentina –
En el
mes de Diciembre del año
2012.
Edición limitada.